lunes, 13 de febrero de 2012

Svampsoppa

Hace frio, mucho. Salir de casa en Alicante ya siendo de día con un grado en el termómetro es totalmente anormal. Si, es invierno y tiene que hacer frio, pero hace 15 días sobraba con una camiseta de manga larga!
Por eso para hoy he pensado esta receta que viene directamente desde Suecia. Es fácil, es sabrosa, nos ayudará a entrar en calor, y no es la típica crema de verduras.
Se puede tomar tanto de entrante como de plato único para una cena sobretodo, y podemos usar desde las setas más frescas que encontremos, hasta una bolsa de distintas variedades congeladas. En mi caso usé un tarro de cristal que encontré en Carrefour y en el que vienen 5 o 6 tipos diferentes. Vamos allá

Ingredientes:
- Setas variadas (200 gramos +/-)
- Chalotas (o cebollas francesas si en algún sitio no tienen ese nombre, ejem...)
-375 ml. de caldo de ave
-125 ml de nata para cocinar
-Sal
-Pimienta
-Aceite de Oliva Virgen o Mantequilla

Para decorar podemos guardar unas 3 o 4 setas por persona y picar un poco de cebollino, perejil...

Preparación:
Empezaremos picando las chalotas en trozos pequeños y las sofreimos en el aceite o la mantequilla, lo que prefiramos.
Cuando estén bien rehogadas, añadimos las setas. Si son congeladas, que estén descongeladas y bien escurridas. Salpimentamos y dejamos estofar hasta que veamos que vaya reduciendo y tomando color, este no debe ser excesivamente oscuro.
Añadimos el caldo, lo llevamos a ebullición, y contamos unos 13/15 minutos a partir de ese momento.
Cuando estén cocidas, probamos y rectificamos de sal y pimienta si fuese necesario. Sacamos la sartén del fuego y lo pasamos todo al vaso de la batidora. Tened en cuenta que tendrá caldo, por lo que si no queréis pasaros más tiempo limpiando paredes que haciendo la propia receta, ir poco a poco.
Cuando esté todo batido lo pasamos a una olla y le añadimos la nata dejando otros 10 minutos al fuego.
Mientras podemos aprovechar la sartén que hemos usado antes para darle un salteado a las setas que vayamos a utilizar en la decoración, de nuevo con aceite o mantequilla.
Apagamos el fuego, servimos a ser posible en un cuenco o bol poniendo en la superficie las setas salteadas, espolvoreando las hierbas que hayamos elegido y un chorrito de nata líquida.

Es posible que yo lo dejara un poco más tiempo del debido y por eso ese aspecto más espeso.


Cómo podéis ver es fácil a más no poder, y estoy seguro de que os va a gustar el resultado.

martes, 10 de enero de 2012

Kotobuki (Gourmet Experience)

Bueno, pues por fin vamos a comenzar las entradas sobre restaurantes. La idea era empezar por otro, pero ante la invitación de anoche, y antes de que se me vayan las cosas de la cabeza, inaugura esta sección el Kotobuki, además con una opinión diferente a la esperada.
Hablemos primero de la ubicación. En 2011, se abría en El Corte Inglés de Alicante el segundo Gourmet Experience de España (creo que ahora hay un tercero en Castellón), un mini parque temático para todos los que nos gusta pasearnos entre bombones  Godiva  o tropecientos tipos de sales distintas... Aunque no nos podamos permitir una gran parte de las cosas que tienen.
Pues entre todos los productos, que de verdad merece la pena ver de vez en cuando, abrieron establecimientos como Joselito, La Taberna del Gourmet o este Katabuki, que para el que no lo sepa, es la versión "económica" o hermano pequeño del Kabuki Wellington de Ricardo Sanz. En Madrid reparten a domicilio e incluso te lo preparan en casa en plan "show cooking". Aquí han puesto una mesa alargada con unos 16/20 taburetes en el que al estilo oriental, todo el mundo está sentado junto.
Después de elegir el sitio, nos sentamos a eso de las 21:05, sabiendo que cerraban a las 22, pero pensando que por el tipo de cena que iba a ser algo más o menos rápido. Craso error...
Un vistazo a la carta para finalmente pedir:
-Maki variado
-Sushi variado
-Pollo Teriyaki
-Anguila braseada sobre cama de arroz blanco.
Y aparte un par de copas de Riesling blanco que entraba muy bien y dos refrescos para quitarnos la sed antes. Primer error, traer el vino en primer lugar, pero bueno, tampoco había que empezar mirando todo con lupa, que al fin y al cabo estábamos de "celebración".
Nos sirvieron de aperitivo un pequeño cuenco con atún desmigado, sésamo, y salsa teriyaki, mientras nos avisaban de que no había salmón, y que si no teníamos inconveniente, en el sushi lo sustituirían por atún. Ningún problema.
Lo primero que nos trajeron fueron los Makis, y digo lo primero porque con el plato ya en la mesa, la soja no estaba por ningún lado hasta que la pedimos, y hablamos de salsa de soja, en un restaurante japonés!


Bueno, se puede ver que fueron dos de atún, dos de salmón y dos de pepino por un lado, y dos de salmón y aguacate, langostino y pepino, y anguila, aguacate y mango. Que os puedo poner el nombre, pero creo que así os haceis mejor a la idea.
Como veis simplicidad, pero bien de sabor, y pese a que empezamos a sospechar que precisamente no se acaba de hacer, el alga no estaba reseca, ni chiclosa o humedecida.

Hasta que no acabamos no vino el sushi, y de nuevo esto me pareció un error, pues son dos platos totalmente complementarios y teniendo en cuenta como iba el reloj, mejor servir a la vez aunque fuese avisando que dar prisa al final como luego veréis. Aquí se nos dice que tampoco hay anguila, y que si queremos sustituirlo por el atún teriyaki, así que bueno, aunque ya habíamos pedido el pollo así, aceptamos de nuevo.


Estas 6 piezas si que hacían mas honor al nombre del que goza el restaurante. De izquierda a derecha vemos atún con salmorejo, atún flambeado con mostaza de Dijon, pescado blanco con huevas, langostino, pez mantequilla con trufa, y anguila braseada (si...)
De los 3 que me correspondían, el de pescado blanco era excepcional, el de anguila muy bueno, y el de atún normal y corriente. Aquí ya no hay ninguna duda de que quizás a excepción de la anguila, el resto llevan hechos un buen rato. Es lo que tiene ver la capa superior de arroz con un tono distinto al resto...
En este momento es cuando pienso que la misma persona que está sirviendo, puede ocuparse de la cocina que no debe ser muy grande si se lo dejan preparado. Cuando más tarde oigo el sonido del microondas, me quedan menos dudas.

Viene el pollo


Una ración en mi opinión escasa para un plato que se supone que es para una persona y que ronda los 10€. Aquí ya no me queda más remedio que compararlo con el del Wasabi, que resulta ganador tanto en calidad como en cantidad. Ni mucho menos se puede decir que estaba malo, pero tampoco destacaba en nada. El pollo sin llegar a estar seco, si que le sobraba cocción, quizás por la parte elegida. El arroz, era más el de un sushi que el de una guarnición, bastante apelmazado.

Y terminamos con el atún... Y la cuenta. Un detalle que no nos pareció adecuado, pues podían haber avisado 15 minutos antes de eso mismo, que a las 10 les obligan a cerrar caja o lo que sea, pero plantar la cuenta junto a la comida en un sitio de nivel creo que para nada es correcto.


De nuevo ingredientes de calidad, pero también un exceso de cocción, y más hoy en día donde el atún cuando es bueno, ya es servido igual que un buen corte de carne roja, marcado pero apenas hecho en el centro. Aquí, en términos cárnicos se podría decir que lo sirvieron como si lo hubiésemos pedido "hecho". Por suerte ya digo que la calidad era buena y no resultó seco. Y bueno, teniendo en cuenta que teníamos la cuenta delante, pues nos lo comimos deprisa y para casa.

Mi conclusión es que si se quiere ir a un japonés de precio medio, tras esta experiencia, elegiría el Wasabi, pues le supera en todas las comparaciones que se me ocurren hacer, sobretodo en el servicio, que aquí dejó mucho que desear sin saber manejar los tiempos, y en detalles (y no tan detalles) como la falta de ingredientes, el del "arroz con costra" o el tener que pedir la salsa de soja.

Ah, para ser justos, tengo que decir que en vez del atún nos cobraron la anguila, que era cuatro € más barata, pero teniendo en cuenta que nadie (el camarero/cocinero) nos dijo ni una palabra, me quedaré con la duda de si fue un detalle hacia nosotros o simplemente un error de facturación.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Lentejas Pardinas al Foie


Se ha cumplido una de las cosas que más me echaba para atrás a la hora de empezar con el blog, el abandono. En este caso ha sido casi que obligado, pues eso de condensar toda la materia en un trimestre únicamente, quita mucho tiempo. Esperemos que no se repita y que las actualizaciones sean más o menos continuas.

Hoy vamos con una receta que más que de esta época, hubiese venido mejor hace un mes o así, con ese tiempo raro que ni es calor del todo ni puede considerarse tampoco frío.
Una receta de lentejas... Si, se que solo la palabra ya echa para atrás a más de uno, pero vamos a intentar darles otra apariencia. Que si, que al fin y al cabo lo seguirán siendo, pero creo que esta receta puede gustar tanto a los que las "toman" como a los que las "dejan".

Ingredientes:
-Lentejas
-Cebolla
-Zanahoria
-Nabo
-Calabaza
-Espárragos Trigueros
-Foie

Preparación:
Cogemos las lentejas, y sin necesidad de tenerlas en remojo ni nada, las ponemos en agua como si estuviésemos cociendo pasta. La diferencia es que aquí le podemos añadir una cebolla troceada, apio, puerro... Las tenemos unos minutos hasta que al probar una veamos que esté "al dente".
De los espárragos nos quedamos con algo más que las puntas y las blanqueamos (cocemos en agua y pasamos rápidamente a un recipiente con agua y hielo para intensificar el color). Después de cada uno sacamos cuatro partes, partiendo primero por la mitad y luego repitiendo proceso.
Por otro lado, cortamos el resto las verduras a cuadrados de tamaño similar y siempre pequeños, para guardar cierta concordancia con las lentejas y que no desentone. Y las salteamos.
Cuando estén ambas cosas, las unificamos en una única sartén (o el recipiente que sea) para que los sabores se mezclen entre si y cojan la misma temperatura.
Cogemos otra sartén y la ponemos al fuego. Cuando veamos que tiene una temperatura alta, ponemos el foie y lo marcamos unos segundos por cada lado. Al ser todo grasa tenemos que llevar cuidado, pues un exceso de tiempo al fuego puede hacer que donde estaba el hígado, ahora solo quede un bonito aceite espeso e inservible.
Emplatamos poniendo el foie sobre las lentejas y una o dos puntas de espárrago a lo largo.

Si tenemos en casa, lo ideal sería espolvorear un poco de sal maldon, o en su defecto una reducción de vinagre balsámico, bien sea hecha por nosotros mismos, o de las ya compradas, que algunas dan buenos resultados.



Aunque no he probado la variación, esta receta la podemos hacer cambiando el foie por unas sardinas en escabeche que estén bien, y le damos otro punto aparte de ser mucho más asequible.
Por supuesto, las verduras que he puesto son solo un ejemplo y cada uno puede ir añadiendo o quitando a su gusto.

martes, 6 de septiembre de 2011

Ceviche de Salmón, Emperador y Gambas

Bueno, la intención era estrenar las entradas sobre restaurantes, pero a última hora he cambiado de opinión y me he decidido a subir esta receta aprovechando la huida de las nubes y la vuelta del calor.

El ceviche (o cebiche, seviche o similares, pues se puede escribir de mil maneras), es uno de los principales platos de una gran parte de los países sudamericanos y caribeños. Se dice que la inclusión de la cebolla y el limón (o lima) en la receta, vino a raiz de la llegada (llamémosle así, como si hubiésemos llegado allí a hacer turismo en plan suecos en Benidorm en los 70 vamos) de los españoles, pero que ya antes se consumía de manera habitual.
Yo, sin embargo, lo como en uno de mis japoneses favoritos (al que evidentemente le dedicaré una entrada) y ha sido a partir de ahí cuando me he animado a hacerlo. Acierto total. Un plato sencillo, no muy laborioso, y perfecto para esta época del año.

Si os ponéis a buscar recetas por Internet, os podéis volver locos debido a las tropecientas maneras que hay de prepararlo, con patata, sin patata, dejando reposar, sin dejarlo apenas...
Yo recomiendo siempre lo mismo, buscad si queréis, pero que al final sea vuestra receta, y esta fue la mía:

Ingredientes:
-Una rodaja de Salmón
-Una rodaja de Emperador
-4/5 Gambas
-1 Cebolla Morada
-Medio Chile Rojo
-Apio
-Cilantro Picado
-Un diente de ajo
-Ají (en mi caso molido que es el que tengo)
-El zumo de dos o tres limas

Preparación:
Es tan sencillo como cortar los filetes de pescado en cubos/rectángulos de un centímetro aproximadamente, las gambas en dos o tres cada uno, y la cebolla morada por ejemplo en gajos más o menos finos.
Todo esto lo aclaramos bien por agua y escurrimos lo mejor que podamos.
Lo pasamos a un recipiente junto al chile , el diente de ajo (yo usé un prensador) y el apio en trozos pequeños y no gordos.
Exprimimos las limas, añadimos el zumo, sazonamos al gusto y removemos.
Solo nos queda meter todo esto en la nevera durante 45 minutos o una hora, y si queremos, de vez en cuando ir removiendo para que todo entre en contacto con el zumo. Una vez fuera, espolvorear el ají y el cilantro.

El resultado es tanto un entrante, como incluso un plato único dependiendo de la cantidad y el tipo de pescado que usemos (podemos utilizar bonito, pulpo, mejillones....), y este además queda perfectamente macerado y en ningún momento crudo, para los más reacios.



Decir que si compráis el pescado fresco, mejor congelarlo durante un par de días por todo el tema del anisakis, mejor ahorrarse posibles disgustos.

Ah, al jugo de toda esta mezcla, se le llama "Leche de Tigre", y dicen que es uno de los mejores remedios anti-resaca que existen.

martes, 30 de agosto de 2011

Los 10 Errores Más Comunes en Seguridad Alimentaria

Hoy os voy a poner un artículo de hace unos días de Mayte Pelayo para Eroski Consumer que me pareció bastante interesante. Pues aunque puede parecer un poco tiquis miquis, son cosas en las que muchas veces no reparamos y que como mínimo deberíamos tener en cuenta.


La cocina, por ser el lugar donde se manipulan alimentos de forma habitual, es la vía más rápida de entrada para los microorganismos patógenos. De su aparición o no dependen numerosos factores como la higiene, la manipulación, los utensilios o los tiempos de cocción y temperaturas. Conocer los errores más comunes que se producen cuando se manipulan alimentos, las causas y sus consecuencias puede ayudar a prevenir un buen número de toxiinfecciones alimentarias.




Los errores que más se repiten en las cocinas domésticas y que deben evitarse son:
1. Descongelar alimentos sobre la encimera a temperatura ambiente. Los microbios patógenos, es decir, los que provocan enfermedades, pueden multiplicarse de forma rápida a temperatura ambiente si esta es templada porque están adaptados a desarrollarse y reproducirse a temperaturas cercanas a la corporal. Cuando se descongela un alimento a temperatura ambiente, sobre todo en verano, el producto atraviesa rangos de temperaturas considerados de alto riesgo. Se cumplen así las condiciones favorables para el desarrollo de los microorganismos (alimento+temperatura templada+tiempo) y lo que en un principio podría ser una pequeña contaminación incapaz de provocar un trastorno de origen alimentario, se convertirá en un importante foco infeccioso.
Para descongelar de forma segura este proceso debe realizarse a temperatura controlada bajo refrigeración y consumirse en un plazo máximo de 24 horas. Un alimento descongelado nunca debe volver a recongelarse. Si el producto no es muy voluminoso puede descongelarse en el microondas y consumirse de forma inmediata.


2. Guardar juntos en la nevera alimentos crudos y cocinados. En la nevera se tiende a optimizar el espacio de almacenamiento y aprovechar esquinas y recovecos. Este empeño provoca que a menudo los diferentes alimentos "se toquen" y puedan contaminarse unos con otros. Es lo que se denomina contaminación cruzada directa. Verduras, carnes o pescados crudos pueden entrar en contacto entre ellos o con alimentos ya cocinados e intercambiar microbios. Ya que el calor intenso higieniza, los alimentos ya cocinados pueden recontaminarse a través de verduras o carnes crudas como el pollo. Calentarlos en el momento de su consumo y templarlos en el microondas no es suficiente para eliminar la posible carga contaminante, por lo que aparece el problema de toxiinfección alimentaria.
Lo correcto es almacenar los alimentos según su estado y naturaleza: los cocinados en la parte superior de la nevera, para evitar goteos procedentes de de los crudos que deberán situarse preferiblemente en las baldas inferiores, todos ellos en envases cerrados para evitar contactos.


3. Dejar poco hechas carnes de pollo o preparaciones con huevos sin cuajar. Un alimento poco hecho en el que no se hayan alcanzado temperaturas de seguridad en todo el producto (65-70ºC), es un alimento sin higienizar por completo y en el que podrían quedar restos supervivientes de población microbiana susceptible de provocar una toxiinfección. Si a esto se añade el hecho de una espera, aunque sea breve, a temperaturas templadas hasta el momento del consumo, esta pequeña población podría reproducirse y convertirse en una cantidad importante de microorganismos capaces de infectar o intoxicar a una persona.
La solución es cuajar bien las preparaciones a base de huevos como tortillas así como cocinar a fondo las carnes de pollo u otras aves incluso en su interior y consumirlas de forma inmediata.


4. Servir la tortilla en el plato que se ha utilizado para darle la vuelta. Cuando se prepara una tortilla de patata se utiliza un plato para darle la vuelta; a menudo resulta el mismo en el que se sirve la tortilla ya cocinada. En la mayoría de los casos en este plato quedan restos de huevo crudo que pueden recontaminar la tortilla aunque ésta esté bien cuajada. Otro error muy común es pasar el plato solo por el agua del grifo y secarlo: además de ser una limpieza ineficaz y deficiente, se contamina el trapo de secado, que puede recontaminar manos o superficies.
Deben utilizarse siempre platos diferentes para alimentos crudos o semielaborados y los ya cocinados por completo. Si se va a usar el mismo plato, debe lavarse antes con agua caliente y jabón y secar con una toalla de papel de un solo uso.


5. Preparar mayonesa o preparaciones derivadas como ensaladilla rusa con antelación. Los huevos crudos pueden contener diferentes microorganismos origen de enfermedad alimentaria. Las preparaciones con este ingrediente se consideran de elevado riesgo alimentario, por lo que durante su preparación deben extremarse las precauciones de higiene. Es fundamental reducir el tiempo entre la elaboración y el consumo hasta tal punto que este deberá ser inmediato. Un error muy común es preparar mayonesa o platos con esta salsa como la ensaladilla rusa con antelación. Aún en espera cortas, refrigerar.
Lo más recomendable es preparar la cantidad justa de mayonesa y mezclarla con la ensaladilla que se vaya a consumir en esa comida y guardar el resto sin la salsa. No deben guardarse restos de salsa mayonesa o derivadas o preparaciones con ellas. Si no es el caso, es preferible utilizar mayonesa comercial ya preparada.


6. Cocinar en varias etapas. En algunas ocasiones, y según en qué recetas, se marca el plato sin terminarlo hasta unas horas después o al día siguiente. Debe tomarse especial precaución si se va a cocinar en etapas ya que un cocinado parcial puede potenciar un desarrollo microbiológico que derive en toxiinfección alimentaria. Esto se debe al proceso de calentamiento - enfriamiento con rangos de temperaturas templadas junto con el hecho de que el alimento no está del todo higienizado-, ya que no se completa hasta el final el proceso.
Cuando se prepara un plato es preferible realizarlo de un tirón y, si se hace con antelación,(algunas recetas necesitan reposar y ganan sabor de un día para otro) hay que hacerlo siempre bajo condiciones de refrigeración.


7. Dejar que los alimentos se enfríen durante un tiempo excesivo antes de colocarlos en el refrigerador. Los microorganismos que provocan las enfermedades pueden desarrollarse en los alimentos si encuentran condiciones apropiadas. En solo unos minutos a temperaturas templadas se multiplicarán de manera exponencial y adquieren poblaciones de dimensiones alarmantes. Tampoco conviene introducirlos aún calientes en la nevera porque podrían elevar la temperatura de refrigeración en el interior de la nevera y comprometer la inocuidad de los alimentos allí almacenados.
Los alimentos cocinados y calientes deben dejarse enfriar un máximo de dos horas antes de refrigerarlos o dentro de una hora si la temperatura ambiental es excesiva. Los restaurantes están equipados con abatidores de temperaturas que minimizan este riesgo y disminuye de forma rápida la temperatura de los alimentos cocinados.


8. Dejar alimentos ya preparados o sobras de un día para otro en el horno o en la encimera a temperatura ambiente. A menudo es un problema de espacio, los alimentos ya preparados bien en platos, fuentes o cazuelas quedan a la espera de su consumo sobre la encimera, la chapa de la cocina o en el horno pero a temperatura ambiente. La situación de peligro creada es alimento+temperaturas templadas+tiempo, condiciones en las que los microorganismos se desarrollan y se multiplican de forma peligrosa, sobre todo en verano. Este problema podría aplicarse también a macerados de carne o pescado que se dejan reposar a temperatura ambiente. El problema se agrava si el alimento no está protegido de la posible presencia de insectos.
Deben guardarse los alimentos ya cocinados bajo refrigeración y utilizar también este sistema para los macerados. Como norma general se guardarán las sobras de alimentos más de 48 horas y conviene hacerlo bajo condiciones de refrigeración.


9. Probar alimentos para ver si "todavía están buenos". Los microbios que causan toxiinfecciones alimentarias no son alterantes. Es lógico que hayan desarrollado la habilidad de pasar desapercibidos y no estropear el alimento en el que se desarrollan, y propiciar así su consumo y no su rechazo. Así, el alimento portador de la contaminación patógena no tiene un aspecto, olor o sabor diferentes, de ahí que sea casi imposible detectarlo cuando se prueba. Los sentidos no son fiables para valorar su estado, hay que poner los medios para prevenir que los microbios puedan desarrollarse.
Prevenir es la palabra clave: desde que el alimento se adquiere hasta su consumo, pasando por todas las etapas, deben ponerse los medios para evitar que los microorganismos lo contaminen y que, en el caso de que así sea, puedan desarrollarse. Por el contrario, todos los pasos estarán encaminados a su eliminación.


10. No lavarse las manos antes de comenzar a manipular alimentos. Es de absoluta prioridad en seguridad alimentaria. Los microorganismos presentes en las manos pueden contaminar los productos al manipularlos. Esto se debe a una contaminación previa, por ejemplo cuando se tocan objetos o superficies que antes se han contaminado o por ser ya portadores de microbios que pueden contaminar las manos bien al tocar una herida, toser, estornudar o acudir al aseo. Además, las manos son una herramienta más en la cocina y como tal pueden ser la causa de contaminación cruzada entre alimentos.
Lavarse las manos de forma adecuada antes de manipular los alimentos, así como hacerlo al cambiar de tipo de alimento o al interrumpir la actividad en la cocina, como abrir la puerta o contestar el teléfono, es la mejor medida de prevención.


Los 10 Errores Más Comunes en Seguridad Alimentaria




Evidentemente, son cosas que, aunque parezcan obvias, todos hemos hecho alguna vez sin pasarnos nada nunca (o casi nunca), pero que nunca están de mas saber, y sobretodo cumplir.




PD: Lo siento, tenía que poner el peluche de la Salmonella como fuese

martes, 23 de agosto de 2011

Pollo de Examen

Bueno, vamos a estrenar las entradas de las recetas.
La tónica va a ser similar en casi todas las que vaya colgando. Cosas fáciles y resultonas que las pueda hacer cualquiera.

Os pongo en antecedentes:
Examen de final de curso. Una cantidad importante de alimentos en el banco y un cuarto trasero de pollo para hacer como queramos. A partir de ahí a darle a la cabeza, y salió esto:

Pollo Relleno de Pasas y Nueces con Reducción de Naranja y Soja:

-Cuarto trasero de pollo deshuesado
-Nueces y pasas
-Media cucharada de pimentón picante
-Zumo de dos naranjas para cada filete y medio aproximadamente
-Salsa de soja
-Azúcar

Preparación:
Lo primero que tenemos que hacer (y si es con un par de horas de antelación mejor, yo lo hice antes de empezar a preparar el otro plato que tenía que hacer) es sazonar el pollo con el pimentón, con cuidado de no pasarnos y que pique tanto que sea incomestible. Después lo metemos en un recipiente donde con anterioridad habremos hecho la mezcla del zumo y la salsa de soja, de nuevo atención con la cantidad de salsa, puede cargarse el plato.

Rellenamos el pollo con cuidado, hacemos un rulo, y lo atamos con hilo de bridar para que no se nos salga todo a la hora de cocinarlo.

Ahora tenemos dos opciones. Una es la más "profesional" y la que por ejemplo hice en ese momento, que fue marcarlo en una plancha para sellarlo bien por todos los lados, y luego pasarlo al horno a 180º para terminarlo de hacer.
La otra es la que haría en mi casa, que es hacerlo todo en la plancha/sartén. Creo que salvo que hablemos de tener que hacer una cantidad muy grande, es la más rápida y económica.

Mientras termina de hacerse, pasamos la mezcla del zumo y salsa a una sartén o cazo y le añadimos el azúcar. Removemos para se integre todo bien y dejamos que vaya espesando. Cuando tenga un poco menos de densidad de lo que le queramos dar, la sacamos del fuego. Una vez se enfríe condensará más, así que si no vigilamos esto, se puede hacer una pasta difícil de manejar.

Y realmente ya está, simplemente queda presentar como más le guste a cada uno.

Como guarnición preparé un puré de patatas con queso super simple. Cociendo la patata, para ello lo mejor es pelarlas y chascarlas (se mete la hoja del cuchillo unos 2 o 3 cm y se hace palanca hasta romper en trozos), pasándolas por un pasapurés, y después añadiendo queso en hilos (en mi caso emmental porque me gusta el sabor).

La receta no tiene ningún problema, y el resultado es bastante sabroso por la salsa de soja. Además es una parte del pollo bastante barata y mas apetitoso para mi que la pechuga por ejemplo.

A partir de aquí se pueden hacer mil variaciones. Mi idea era usar miel con la naranja, pero no había y por eso me las tuve que apañar con otra cosa sin saber si iba a quedar bien. Pero por ejemplo tengo pendiente probar en casa a hacer algo parecido con miel y lima por ejemplo.

Ah, el resultado fue este: Incluyendo la marca de tenedor del profesor después de probarlo y las manchas de plato provocadas por mover el pollo.

jueves, 18 de agosto de 2011

La Puerta Está Abierta

Más largo que un parto!
Solomillo Morphine Child, es un proyecto que lleva un par de años rondandome la cabeza.
Por un lado, para dejar constancia de los sitios donde haya podido ir a comer o cenar. Algo parecido a lo que hacen Fernando y Randolo, que a mi personalmente, me han descubierto restaurantes de los que ni conocía su existencia pese a estar en mi propia ciudad.
Por otro, alguna vez se me ha instado a dejar por escrito alguna receta concreta, por lo que aprovecharemos también este espacio para ello, porqué no. Ya os podéis ir imaginando por donde irán los tiros, no?
Pero la cosa no quedará ahí. Como miembros del SavaClub Gastronómico, Joruus (que encima es el que se ha currado toda la parte no predefinida del diseño del blog)desde Bilbao, y Egrim desde Palma, colaborarán puntualmente (es decir, cuando quieran), sobre lo que ellos gusten.
Y además bueno, pues tocaremos muchas más cosas relacionadas con la cocina y la gastronomía. Se hablará de utensilios, cocineros, alimentos, programas de televisión... Yo que se, todo lo que se nos ocurra y se os ocurra, ya que se acepta cualquier tipo de sugerencia.





PD: Si algún día os levantáis, abrís esto, y veis un vídeo de melenudos o una entrada sobre alguna serie, o la última peli que hayamos visto, no os extrañéis, que algún post de ese tipo también tendremos.